El masaje relajante consiste en la utilización de técnicas manuales superficiales con una intensidad de presión suave y con un ritmo de masaje lento y repetitivo, con esta constante repetición se evade esa sensación de dolor y brinda una mayor relajación.
Se recomienda sobre todo a personas con mucha carga tensional, estrés, depresión leve, ansiedad, problemas musculares leves y circulatorios.
Masaje Relajante
El objetivo principal es aliviar la tensión y conseguir un estado mental de relajación, priorizando las manipulaciones y los pases suaves y poco profundos, e intentando ofrecer en todo momento una sutil pero agradable estimulación sensorial al paciente, de manera que los sentidos del olfato, puedan añadirle un valor extra.
CONTRAINDICACIONES:
Dentro de las consideraciones para no aplicar técnicas de masaje de forma general se encuentran:
zonas corporales con heridas abiertas, enfermedades vasculares como la tromboflebitis, cirugías de columna vertebral delicadas, fracturas no consolidadas, hemorragias y lesiones en la piel como la dermatitis.
¿En qué casos se emplea este tipo de masaje?
Es especialmente recomendable para personas sometidas a gran presión personal o laboral, situaciones de tensión, estrés, ansiedad, depresión leve o problemas circulatorios y/o musculares (cervicalgias, dorsalgias o lumbalgias) leves. En ningún caso el masaje relajante puede ni debe sustituir un tratamiento o visita médica.